El pasado 8 de abril asistí a la Mesa de «Mujer, economía y empleo» del Partido Socialista de Madrid (PSM), con Carmen Toledano y Antonio Miguel Carmona.
El objetivo fundamental de esta mesa era aportar y recabar ideas de las organizaciones sociales, feministas y de mujeres, líderes feministas y militantes del PSOE con perspectiva de género, para idear un programa electoral de cara al 2015 y una agenda de Gobierno sobre el fomento del empleo femenino, e impulsar una economía con perspectiva de género en la Comunidad Madrid.
Tengo que reconocer que el economista y responsable de Economía de la Ejecutiva Regional del PSM, Antonio Miguel Carmona, me sorprendió gratamente con su discurso y su visión global sobre la economía y el empleo. Le dio un tinte de género y transversalidad que no había oído en otros dirigentes socialistas de economía. Habló de la importancia del liderazgo de las mujeres, de que sean ellas, las mujeres las que gobiernen sobre sí mismas y las que diseñen e implementen estas políticas. Después de oír las interesantes y concretas propuestas de mis compañeras de igualdad y de algunas ONGs, me planteé la importancia de que el socialismo enarbole la bandera de la Economía Feminista y del Bien Común.
La Economía Feminista es una corriente económica apartada de los dogmas tradicionales de la economía capitalista y patriarcal. Trata de proponer unos indicadores alternativos para medir la economía que no sólo tengan en cuenta lo mercantil y que sirvan para hablar de desigualdad y bienestar. Es una corriente crítica del pensamiento económico que tiene en el centro de su análisis las desigualdades, especialmente las vinculadas al género. Además de aportar conocimiento teórico también tiene voluntad transformadora. Es la transición hacia este nuevo modelo económico al que deberíamos ir. La economía ortodoxa es una disciplina que ha sido liderada y pensada en desde sus inicios por los hombres, desde su perspectiva, y nunca han tenido en cuenta las diferencias de género ni las necesidades de unos y otras. Los modelos económicos mundiales establecidos hasta ahora han fracaso en su conjunto, por lo que el PSOE y otras organizaciones políticas tienen una oportunidad para innovar tanto en la teoría como en la práctica.
Si no hay un cambio de modelo, de esta crisis saldremos con más desigualdad de género y también con mayor desigualdad entre las propias mujeres.
Quiero establecer mi compromiso público con esta mesa permanente sobre mujeres, empleo y economía, ésta, y todas a las que me llamen y pidan mi participación, sea de la organización que sea.Como será una mesa permanente, las personas que la coordinan pueden estar seguras de que recibirán muchas propuestas mías y de todas las personas que quieran hacerme llegar las suyas.
Sí quiero marcar unas líneas generales y unos compromisos mínimos (que aquí no puedo desarrollar) de lo que entiendo que debería guiar la acción de gobierno de cualquier ayuntamiento o comunidad autónoma, en especial de la Región de Madrid.
En primer lugar, el profesor Carmona habló de establecer presupuestos con perspectiva de género. Gran propuesta, pero añadiría que la perspectiva de género debe regir no sólo los presupuestos sino estar presente en cualquier iniciativa legislativa y cualquier medida y acción de gobierno, hasta para abrir una línea de metro y un parque infantil.
Soy agente de igualdad, aunque actualmente no desarrollo esta profesión de manera directa, y si algo aprendí en mi formación de posgrado es que la (Ley Orgánica 3/2007, de 22 de marzo, para la igualdad efectiva de mujeres y hombres) Ley de Igualdad, todavía vigente, y que no ha alcanzado ni mucho menos su desarrollo pleno, tiene dos instrumentos fundamentales que son los que cualquier dirigente debería comprometerse a aplicar cien por cien. 1. Los planes de Igualdad. 2. Los informes de impacto de género. No tengo las cifras de cuántos ayuntamientos y CCAA aplican ambos instrumentos, pero he leído informes de impacto de género de medidas gubernamentales a nivel federal y dan risa.
Así que mi segunda propuesta es que el PSM lleve en su programa electoral el compromiso de obligar y hacer cumplir a sus cargos públicos que apliquen en todos los ayuntamientos, y en el gobierno de la región, la ley de igualdad y que para cada medida legislativa y ejecutiva se redacte un informe de impacto de género. Pero además, este informe de impacto de género debe ser creado por técnicas y técnicos que saben lo que hacen, que tienen una formación mínima en perspectiva de género y voluntad de hacerlo.Por lo que mi tercera propuesta derivada de la segunda, es que haya un número mínimo de técnicos y técnicas en las administraciones públicas regionales y locales, así como cargos de libre designación que acrediten este conocimiento, o bien a través de su experiencia profesional y social, o a través de su formación académica. Sobre todo en aquellas personas que asesorarán directamente a consejeros/as, directores/as y altos cargos del Gobierno.
De nada sirve comprometerse a impulsar un mecanismo que puede ayudar a establecer una igualdad desde el punto de partida si no tenemos a gente preparada que sepa activar ese mecanismo correctamente.
Mi cuarta propuesta es la de impulsar el liderazgo de las mujeres a través del empoderamiento social y político de las mismas. Cada medida que tenga que ver con las mujeres, incluidas las económicas y las que requieran de una visión de género deben contar con al menos la opinión, análisis, participación y posterior evaluación de las mujeres. Ya bien sea a través de consejos locales y regionales de las mujeres, a través de reuniones periódicas con asociaciones feministas, a través de consultas públicas, y otros mecanismos de gobierno abierto. Además, no nos podemos olvidar de implantar un plan para impulsar la participación política de éstas a través de formación específica, creación de redes de mentoras, y del reforzamiento de la autoestima individual y colectiva.
Mi quinta propuesta tiene que ver también con el liderazgo de las mujeres. Hay que seguir trabajando medidas de conciliación y corresponsabilidad, empezando por y sin dilatar más, la aprobación de permisos iguales e intransferibles de paternidad y maternidad y por cambiar la cultura horaria de las empresas. Siempre lo he dicho y lo diré, hay demasiada gente que no participa en política porque salir de trabajar a las siete de la tarde no deja mucho margen ni ganas para ello.
Y mi última y sexta propuesta es la de que ninguna persona que no tenga principios feministas pueda liderar un gobierno ni una cartera. Sea hombre o mujer. Esta última es la más radical y seguramente la que más nos cueste. Pero debería ser el principal valor que un dirigente tiene que poner encima de la mesa a la hora de confeccionar unas listas electorales o conformar un gobierno.
En resumen, para empezar con buen pie mis propuestas son:
- Economía Feminista como visión general del modelo económico dentro del socialismo.
- Presupuestos e informes de impacto de género para todo.
- Personal cualificado con perspectiva de género en puesto de asesoramiento a cargos públicos. Y comprometer un porcentaje mínimo de técnicas de igualdad en todas las administraciones públicas.
- Empoderamiento y participación de las mujeres.
- Permisos iguales e intransferibles y racionalización de horarios.
- El liderazgo feminista.
Este es mi compromiso, que pienso defender en todos los foros políticos y sociales de los que formo parte.
Por cierto, si eres economista o estás interesada en teoría económica y quieres ampliar tu visión de la realidad y de la política te recomiendo esta web donde puedes encontrar un dossier elaborado con las aportaciones del IV Congreso de Economía Feminista. Y te animo a seguir o a participar en las XIV Jornadas de Economía Crítica que tendrán lugar los días 4 y 5 de septiembre de 2014 en Valladolid. El lema general en esta ocasión será “perspectivas económicas alternativas” y una de las áreas temáticas es la Economía Feminista.
*FOTO: Elaine Campo. Mostra da Economia Feminista e Solidária durante o 9º Encontro Internacional da Marcha Mundial das Mulheres. Licencia CC.
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